Había nacido llamándose Kawamura Tokitaro y murió llamándose Fujiwara litsu. En el camino, cambió de nombre y apellido treinta veces, por sus treinta renacimientos en el arte o en la vida, y noventa y tres veces se mudó de casa.
Nunca salió de pobre, aunque trabajando desde el amanecer hasta la noche creó nada menos que treinta mil pinturas y grabados.
Sobre su obra, escribió: "De todo lo que dibujé antes de mis setenta años, no hay nada que valga la pena. A la edad de setenta y dos, finalmente he aprendido algo sobre la verdadera calidad de los pájaros, animales, insectos y peces, y sobre la vital naturaleza de las hierbas y los árboles. Cuando tenga cien años, seré maravilloso".
De los noventa no pasó.
Eduardo Galeano
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